sábado, 16 de abril de 2011

Protestas en Cataluña y Valencia

Foto de El País
En Cataluña y en Valencia ya se están proponiendo ataques al sistema público sanitario y educativo. La respuesta, como en el caso de Murcia, ha sido una contestación de los sindicatos y de otros actores sociales.

Esta es una buena oportunidad para que las reivindicaciones de las distintas plataformas en pro de los servicios públicos de calidad tomemos oxígeno y continuemos la lucha.

Reproducimos un artículo del diario El País de hoy, y recomendamos las entradas relacionadas en el blog de la Plataforma Molina.
Más recortes en educación (y sanidad), menos futuro para la nación.

Artículo original aquí.

La protesta contra los recortes en Cataluña moviliza a más colectivos

Vecinos, jóvenes y padres de alumnos toman el relevo de los sindicatos - La rebelión de los hospitales retrasa varias semanas el plan de Salud para concretar el tijeretazo

ORIOL GÜELL / JESÚS GARCÍA - Barcelona - 16/04/2011
La articulación de un movimiento social de amplia base contra los recortes del Gobierno de Artur Mas (CiU) dio ayer un nuevo paso con la presentación de un manifiesto que, bajo el título Prou retallades! (¡Baste de recortes!) y firmado por una treintena de entidades, pretende tomar el relevo de las primeras protestas, lideradas hasta ahora por los sindicatos. El primer objetivo de la plataforma -formada, entre otras, por entidades vecinales, de jóvenes y mayores, culturales y en defensa de la sanidad y la educación públicas y a la que se han integrado CC OO y UGT- es la convocatoria de una gran manifestación para el próximo 14 de mayo.
"Lo responsable ahora es salir a la calle en defensa de las conquistas sociales. La sanidad y la educación no se tocan", remarcó Julio Molina, de la Confederación de Asociaciones Vecinales de Cataluña. "Hay que lograr una salida equitativa a la crisis", añadió Víctor Albert, del Consejo Nacional de la Juventud. "Lo único que puede reflotar la economía son las capacidades que se adquieren con la educación", subrayó Pere Farriol, de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Enseñanza Secundaria.
El Gobierno catalán ha reaccionado con tibieza a la creciente contestación social. Negar todos los recortes conocidos hasta la fecha con el argumento de que aún están pendientes de aprobación -los presupuestos de este año no llegarán al Parlamento hasta dentro de un mes- parece ser la consigna del Ejecutivo catalán, cuyo portavoz, Francesc Homs, dijo ayer sabrán "tomar nota" de la concentración del jueves. "Esto nos debe estimular a profundizar más en el diálogo", añadió Homs.
La nueva estrategia del Gobierno de Mas, sin embargo, indignó a los representantes sindicales, reunidos ayer con la dirección del Instituto Catalán de la Salud (ICS), ente responsable de la gestión de los grandes hospitales del Departamento de Salud. Los sindicatos acusaron a Salud de la "confusión y el desbarajuste que causan las informaciones contradictorias" del Gobierno catalán sobre los recortes.
La dirección del ICS negó que los hospitales hayan empezado a aplicar recortes más allá de los habituales por las vacaciones de Semana Santa. "Esta reunión ha sido un insulto a la inteligencia", afirmó Carme Navarro, de CC OO. "Nuestros trabajadores nos informan diariamente de los recortes en marcha, tenemos la mesa llena de los planes de choque y ahora el ICS dice que no hay nada de nada", lamentó Navarro.
Lo cierto es que Salud ya acumula dos semanas de retraso sobre el calendario previsto para tener listos los recortes en los centros sanitarios. La causa es la negativa de muchos hospitales y los recelos de la mayoría a asumir la reducción del gasto fijada por Salud, de entre el 8% y el 16%. Este retraso no ha hecho sino aumentar la sensación de desconcierto que se cierne sobre la sanidad catalana. El consejero Boi Ruiz insistió ayer en la necesidad de los recortes para "salvar el sistema".
La semana negra de Ruiz vivió ayer su último capítulo con una sentencia del Tribunal Supremo que obliga a la sanidad concertada a pagar miles de guardias de médicos que, en los últimos años, se han pagado a un precio inferior al permitido. La sentencia desestima los recursos interpuestos por las dos patronales catalanas del sector; una de ellas, la Unión Catalana de Hospitales, estuvo presidida hasta diciembre por Boi Ruiz.
Los hospitales deberán contar las horas extra trabajadas por sus médicos entre 2005 y 2011. A causa de un convenio que vulneraba el Estatuto de los Trabajadores, cada uno de ellos dejó de percibir diez euros por hora, por unas 463 horas anuales. No todos los médicos hacen guardia, pero, teniendo en cuenta que unos 6.200 profesionales trabajan en esos hospitales concertados, la cifra, aún por evaluar, puede ser millonaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario