miércoles, 31 de octubre de 2012

Escándalo en el Consejo Escolar Del Estado

¿Qué futuro tiene una ley educativa que ya antes de nacer tiene crispados a la mayor parte de los integrantes de nuestra comunidad?

Para muestra....:

Padres, sindicatos y alumnos abandonan el Consejo Escolar del Estado

(artículo de EuropaPress)

 

Otra fuente:

Sindicatos de profesores, alumnos y padres se retiran del Consejo Escolar del Estado 

(artículo de El Diario Montañés)

 

 

 

viernes, 19 de octubre de 2012

Guerra sucia contra las protestas

Lo explica Javier Vizcaíno en ElDiario.es, con un repaso a las barbaridades que dicen hoy algunos medios de comunicación:


Los peques se van de mani 

La culpa es de los padres, que los visten como huelguistas. “Así educan a sus hijos”, clama en portada La Razón sobre la imagen de unas criaturas sujetando pancartas en una de las movilizaciones contra el wertazo. Para qué tomarse la molestia de pixelar los rostros de los chavales en cumplimiento de la ley. Otra cosa es que fueran policías atizando; entonces sí tendría sentido cubrirlos con un tupido velo o hacerlos desaparecer de la foto, que es lo que se va a llevar muy pronto.

La reprimenda a los malvados progenitores continúa en las páginas interiores. “Patética huelga de padres”, sentencia uno de los minieditoriales marhuendíes, antes de explayarse así: “Estos padres han alentado un modelo fallido que multiplicó el fracaso escolar. España no resiste hoy comparativa alguna con los países de su entorno. Complicidades como las de Ceapa conllevarían hipotecar el futuro de generaciones con formación insuficiente”.

Suma y sigue, en lo que se supone que debería ser la información pura y dura sobre las movilizaciones, el neutral cronista anota: “¿Sus propuestas para contrarrestar la reforma de Wert? Más laicismo, menos Iglesia, que los niños puedan repetir curso y menos autoridad para los maestros. O sea, más de lo mismo”.

Por ahí le pica también al editorialista de El Mundo. “Paro politizado y sin razones”, encabeza la pieza que derrota tal que así: “Es borchornoso que una asociación de padres próxima a la izquierda política, la Ceapa, secundara un paro estudiantil por primera vez en la historia”.

Lo que han leído hasta ahora son menudencias al lado del cabreo que gasta Hermann Tertsch a cuenta de los alevines revoltosos y sus terribles mamás y papás. “Si algo demuestra la huelga convocada por ese sindicato fantasmal ultraizquierdista y secundada por los socialistas de esa asociación de padres, es la urgente necesidad de una reforma educativa que ponga patas arriba todo el sistema existente”, se desgañita desde su pedestal en ABC. Por si no se le ha entendido, unas líneas más abajo se repite añadiendo bilis a la andanada: “Porque la reacción de tantos padres e hijos lo que demuestra es que este sistema educativo es una mierda. Ni más ni menos”. Anda, al final parece que está de acuerdo.

También en el vetusto diario, Jaime González carga con toda la potencia de su prosa. Ojo a la comparación que se saca de la pluma: “La huelga de la Ceapa es una medida reactiva, pura involución, como si las madres les negaran el pecho a sus hijos en protesta por la factura del parto”. Igual que su compañero de tintas, un par de puntos seguidos después, se reincide en la comparación láctea y pectoral: “Pasaremos a la historia por ser el único país del mundo en el que, de tanto progresar para atrás, las madres les negaron el pecho a sus hijos mientras reivindicaban que las ubres resecas del Estado no dejaran nunca de dar leche”. ¿Algún trauma de la infancia? Tiene toda la pinta.

Va de obsesiones recurrentes. Al re-nuevo director de La Gaceta, José Javier Esparza, hay nombres que no se le van de la azotea. Quién sino el villano leonés iba a estar detrás de todo esto: “Zapatero sometió a la izquierda española a un hondo proceso de descerebramiento que hoy se traduce no sólo en esos jóvenes violentos de bandera roja, sino también en esos papás (y mamás) que aplauden la barbarie de los nenes”.

A modo de corolario y glosa completa de lo que han leído, un par de líneas del editorial de Libertad Digital: “Esta semana hemos asistido a una inconcebible "huelga de estudiantes", que por no ejercer un trabajo remunerado quedan fuera del ejercicio de ese derecho. Las huelgas de estudiantes han de ser prohibidas taxativamente y las huelgas generales exactamente igual según establece nuestra legislación”. Prohibición, santo remedio.

jueves, 18 de octubre de 2012

Seguimiento de la huelga y artículo de Luis García Montero

El seguimiento de la huelga de hoy en el IES Federico Balart ha sido muy notable. Solo han asistido la mayoría de los alumnos de primero de la ESO y algunos alumnos de los restantes grupos de 2º y 4º de ESO, mientras que en bachillerato han faltado la totalidad de los alumnos.

Aproximadamente hemos tenido un seguimiento de la huelga de entre un 75% y un 80%, lo que contrasta fuertemente con las estimaciones "oficiales" (que dan la irrisoria cifra del 23%). El contraste es aun mayor si se compara con otras huelgas estudiantiles previas donde pocos alumnos ejercieron su derecho a no acudir a clase.

En respuesta a los ataques y comentarios despectivos hacia la comunidad educativa que estamos sufriendo especialmente estos días de movilizaciones, copiamos el siguiente artículo de Luis García Montero en Público.es.




La educación y el orgullo

Al teléfono móvil me llega un mensaje informativo del centro escolar en el que estudia mi hija: “se ha producido una falta de asistencia a la clase de lengua extranjera”. Luego insiste el parpadeo de la pantalla. Recibo mensajes sobre las clases de Ciencias Sociales, Geografía e Historia, Matemáticas, Iniciación a la vida laboral e informática. Este tipo de mensajes me llenan en otras ocasiones de inquietud. Hoy me siento orgulloso. Mi hija está en huelga y yo soy uno de esos padres, tan parecidos a los terroristas según las consignas mediáticas del partido en el Gobierno, que apoyan la huelga de sus hijos.

También me siento orgulloso de los profesores que llevan muchos meses conformando una marea verde en defensa de la educación pública y laica. Ese derecho constitucional se ha convertido en una aspiración radical y peligrosa desde que el ministro de Educación ha manchado los patios de colegio y sus conversaciones con un gusto por el desatino que mi hija y sus amigos califican de Wertedero.

Los profesores saben que las escuelas y los institutos no son hoy el único espacio de socialización de los niños. La familia, la televisión y las redes tecnológicas ocupan un lugar muy importante en la definición de las experiencias y las mentalidades. Los profesores saben también que su trabajo es imprescindible, que las cosas estarían mucho peor sin su esfuerzo, porque la degradación laboral y la mercantilización imponen con frecuencia los paradigmas de la zafiedad, la desatención y la tele-basura en las dinámicas sociales. Por mal que estén las cosas, los profesores asumen que cuando cierran la puerta de sus aulas son responsables inmediatos de lo poco o mucho que se pueda hacer por los alumnos. Ese es el motivo de que buena parte del profesorado no utilice la coartada de los malos tiempos para renunciar y se comprometa con ilusión cotidiana contra la barbarie de los planes de estudios, los recortes en inversiones y la falta de respeto de la que hace gala este ministerio.

En las discusiones políticas de los últimos años se ha entendido la idea del pacto por la educación como un acuerdo equilibrado sobre el carácter ideológico de los programas. Un verdadero error: el único pacto importante es la toma de conciencia de que la educación pública, al margen de los intereses y credos particulares, supone el verdadero vínculo, el cimiento de una sociedad. Los partidos deben ponerse de acuerdo en aumentar la inversión en educación pública hasta llegar a la media de los países europeos que merecen ser imitados. Y, después, deben dejar tranquilos a los profesionales para que trabajen en la difusión del conocimiento y en la formación de las personas.

Un buen programa educativo no es sólo el que prepara mano de obra para los mercados de trabajo o el desempleo. Es también el que sirve para formar ciudadanos capaces de sentirse libres y solidarios del dolor o la alegría de los demás. La ley del más fuerte es la consecuencia última de la mala educación, que no tiene que ver con la inquietud, la rebeldía y la desobediencia, sino con la consolidación de un mundo organizado por la desigualdad y los privilegios. El tratamiento humillante que se le viene dando a las humanidades en los planes de estudios es mucho más grave para la formación de las personas que las sucesivas polémicas sobre una asignatura particular destinada a la educación para la ciudadanía.

Así que me siento orgulloso por la huelga de mi hija, una niña que tenía pensado hacer el bachillerato artístico y que ve ahora como su música y su teatro se le escapan por el Wertedero que está acabando en España con la educación pública y la cultura.

La huelga es educativa. Como los colegios no son los únicos espacios de socialización, prefiero que las llamadas del compromiso político, la rebeldía y la defensa de los derechos sustituyan por una semana a la tele-basura en el escenario español. Igual tenemos suerte y la espesura de la derecha acaba de españolizarnos a todos, pero de una manera distinta. El españolismo manipulador del PP sólo ha servido para facilitar el sentimiento independentistas en Cataluña y El País Vasco. Quien nos quita ahora la ilusión de que el asalto a la enseñanza pública no sirva para unir por fin a alumnos, profesores y padres en la defensa de una educación decente, quiero decir, bien financiada, laica, libre y no discriminatoria por razones económicas o de sexo. En todos los asaltos contra la democracia, la educación es siempre la primera línea de fuego.

 

miércoles, 17 de octubre de 2012

La Policía desarticula la cúpula de las AMPAs

Genial artículo de Isaac Rosa en ElDiario.es




En una operación dirigida por la Audiencia Nacional, efectivos de la Policía detuvieron ayer a cuatro madres y cuatro padres, y desarticularon así la cúpula de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA). En la operación requisaron varios ordenadores que están siendo analizados, y abundante material propagandístico relacionado con la huelga política y antisistema convocada para el jueves, con la que pretendían violar el derecho de los niños a la educación. Los detenidos, que permanecen incomunicados y cuyos hijos han quedado bajo tutela judicial, podrían estar además relacionados con un delito de fraude en el cobro de subvenciones, y tendrían vínculos con otras organizaciones antisistema.
Sí, la noticia es inventada, pero díganme la verdad: si mañana leen algo así en uno de esos periódicos mamporreros que todos conocemos, ¿se sorprenderían? No demasiado. Se indignarían, se asustarían, pero poca sorpresa, porque no sería la primera vez ni la última que una acción de protesta acaba convertida en delito, que una lucha social se convierte en problema de orden público, o que un fiscal, un ministro, un jefe de policía, o todos a una, entran como elefante en cacharrería en algún conflicto social.
Sí, lo de las madres y padres detenidos suena exagerado, pero yo ya me creo cualquier cosa. Porque la lista de casos similares es larga y está lejos de cerrarse. Hagan memoria: asociaciones estudiantiles, huelguistas, sindicalistas, okupas, independentistas, manifestantes anticlericales, piratas informáticos, universitarios que ocupan una capilla católica en el campus, anonymous con careta, 15-M, 25-S…
Todos los citados (y muchos otros que ya no recordamos) recibieron el mismo trato: criminalización, persecución policial, denuncias, intoxicación informativa, portadas difamantes de la prensa amiga. Y no hablemos ya de quienes, en Euskadi, sufrieron durante años la barra libre de la teoría del entorno, en la que bastaba decir “ETA” para que a la mayoría se le embotasen los oídos y mirase para otro lado ante los excesos policiales y judiciales. Que se lo pregunten a Martxelo Otamendi, al que diez años después un tribunal (no español) ha hecho justicia por las torturas sufridas.
Tras las palabras del ministro Wert llamando antisistema radicales a madres y padres, ayer el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, dio el siguiente paso, todo un clásico: escribir Batasuna y padres en la misma frase. Recordemos que, durante años, a todo disidente social, laboral, político o vecinal se le investigaba a fondo para encontrarle algún vínculo, por débil que fuese, que permitiera escribir ETA (o Batasuna) junto a su nombre en la misma frase. Ayer Alonso, después de soltarlo, dijo que no, que no quería comparar, pero el titular ya estaba construido.
Yo pensaba que con la desaparición de ETA ya no podrían recurrir a la bicha habitual, pero se ve que sí. Aunque tampoco es necesario: siempre podremos relacionar al protestón de turno con algún cobro irregular de subvenciones (aunque luego quede en nada), recordar su militancia pasada en algún partido político o sindicato (que es cosa de mucho desprestigio por esta tierra, ya saben), buscar en el registro de la propiedad para encontrarle un terrenito rural o un piso con dos baños con que presentarlo como potentado, o sacarle una foto cenando en un restaurante caro. Cualquier cosa nos vale.
En el caso de las madres y padres que dirigen la CEAPA, estos días estarán los sabuesos escudriñando sus biografías para encontrar algo, por escaso que sea, que pueda ser agrandado en titulares y arrojado sobre ellos. Ya ayer, además de repetir lo de “antisistema” y “ultraizquierda” en toda la prensa de derecha, uno de los periódicos más aficionado a estas campañas insinuaba que la huelga podía ser una “venganza” de la CEAPA por haber visto reducidas sus subvenciones, y relacionaba a sus dirigentes con "la izquierda política y sindical".
Tenemos una derecha de piñón fijo, incapaz de otra respuesta que no sea la criminalización, el miedo y la difamación mediática. Ante cualquier protesta que considere amenazante, siempre tiene la misma respuesta, esa que le ha funcionado tantas veces y que por eso sigue desenfundando. Sin embargo, ante el malestar social que va a más, tendrán que inventar otra cosa, porque esas campañas no sirven.
No sirven porque, a fuerza de abusar del mismo truco, somos ya demasiados los que alguna vez hemos sido englobados entre los antisistema, radicales y ultraizquierdistas. Esta semana, de una tacada, pueden haber arrojado a las filas de la subversión a varios cientos de miles de familias que no llevaremos a nuestros hijos al colegio el jueves en protesta por el desmantelamiento del sistema educativo. Pero además, cada vez somos más los que, cuando nos llaman antisistema o radicales, no nos ofendemos.
Son ellos los que, igual que durante años fabricaron nacionalistas e independentistas en masa con sus políticas de confrontación, ahora están convirtiendo en antistema a millones de ciudadanos que compartimos una idea: si el sistema son ellos, por supuesto somos antisistemas.

martes, 16 de octubre de 2012

Animando la convocatoria de huelga

Es un recurso muy viejo (y malo) demonizar al contrario... y suele usarse cuando no se tienen argumentos para la defensas.

He aquí una perla del portavoz en el Congreso de los Diputados del PP, y otra del peor ministro de educación que hemos tenido en mucho tiempo.

 (Original en este enlace - Los subrayados son nuestros)


Una comparación de la huelga de padres con Batasuna mete en un problema al portavoz del PP 

Suma y sigue en la escalada de declaraciones sobre la huelga de alumnos apoyada por las asociaciones de padres. El último en dirigir sus críticas a los padres ha sido el portavoz popular en el Congreso, Alfonso Alonso. Tras la reunión de la Junta de Portavoces, el diputado popular ha dicho: "Yo, cuando iba al instituto, las huelgas las organizaba Batasuna, no los padres". "No tiene ni pies ni cabeza que los padres planteen huelgas. No lo entiendo", prosiguió Alonso, "no representan el sentir de los padres que quieren que sus hijos estudien y hagan los deberes".
Ante la sorpresa de sus palabras entre los periodistas presentes, a Alfonso Alonso se le requirió una aclaración. Entonces, el portavoz popular recogió el hilo de su argumento para asegurar: "Si han interpretado que estoy comparando a los padres con Batasuna, entonces bórrenlo".
Las palabras del portavoz popular llegan después de que ayer el ministro Wert calificase "de extrema izquierda radical y antisitema" la huelga de alumnos y padres.
Alonso ha hecho hoy una encendida defensa del ministro Wert: "Es un ministro que ha decidido que quiere cambiar las cosas y eso a veces molesta". Según Alonso, "alguien está buscando bronca y no es el Gobierno".
Poco antes de la comparecencia de Alonso fue la socialista Soraya Rodríguez quien se dirigió a los medios de comunicación. Según la portavoz socialista el ministro Wert "debe dimitir". Rodríguez aseguró que "cada minuto que pasa es la agonía de un ministro al que nadie reconoce. está inhabilitado y cada vez que abre la boca se inhabilita más".

 

sábado, 13 de octubre de 2012

CEAPA se suma a la convocatoria de huelga del próximo 18 de octubre

Fuente: Comité de Resistencia de Molina


¡Esta vez podemos lograrlo!

La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), que agrupa a 12.000 asociaciones de toda España (unos ocho millones de familias), ha convocado a una huelga educativa, el jueves 18 de octubre, por los recortes que están realizando el Gobierno y las comunidades educativas en la enseñanza y por la reforma educativa.
Para ello, instan a que el lunes se realicen asambleas de estudiantes, padres y profesores en los centros públicos. Los docentes tenemos que dejarnos la piel intentando que estas asambleas se lleven a cabo. Si el lunes es demasiado precipitado, el martes o el miércoles; lo importante es que se hagan.
No podemos consentir que el gobierno siga recortando en educación (y otros servicios públicos) mientras se da dinero a los bancos y se beneficia a quienes más tienen (el consumo de bienes de lujo en España se ha incrementado un 25% en el último año).

¡Ya está bien de dejarnos tomar el pelo!
Todos juntos a las manifestaciones del
18 de octubre.

viernes, 12 de octubre de 2012

Semana de movilización estudiantil - 15/19 de octubre

El sindicato de estudiantes ha convocado diversos actos para la próxima semana en respuesta a los ataques que está sufriendo nuestro sistema educativo.

Copiamos aquí un extracto de la convocatoria, que puede consultarse completa en el siguiente enlace.

 Lunes 15 de Octubre: asambleas  masivas de estudiantes, padres y profesores, en los institutos, ocupando los centros de estudio para debatir y aprobar la plataforma reivindicativa, formar COMITÉS DE LUCHA abiertos a todos los estudiantes, y organizar las tres jornadas de huelga general.

• Martes 16 de Octubre: HUELGA GENERAL EN TODOS LOS CENTROS DE ESTUDIO, realización de piquetes informativos en los centros neurálgicos de las poblaciones; mercados, centros de salud, plazas, centros de transporte, polígonos industriales, etc. para dar a conocer las reivindicaciones del movimiento estudiantil al conjunto de la población y pedir su apoyo en defensa de la educación pública
.
• Miércoles 17 de Octubre: HUELGA GENERAL EN TODOS LOS CENTROS DE ESTUDIO y jornada de manifestaciones de estudiantes durante la mañana en las ciudades y localidades de todo el Estado.

• Jueves 18 de Octubre: HUELGA GENERAL EN TODOS LOS CENTROS DE ESTUDIO y realización en las principales ciudades de manifestaciones de estudiantes, padres y madres y profesores por la tarde, que propondremos a los sindicatos de profesores y a la principal organización de padres y madres, CEAPA.

 Viernes 19 de Octubre: realización de asambleas de balance en los centros de estudio con profesores, estudiantes y padres para decidir las siguientes acciones.

viernes, 5 de octubre de 2012

Calendario de Movilizaciones

MOVILIZACIONES EDUCACIÓN ESPAÑA OCTUBRE 2012


CONVOCATORIAS A NIVEL ESTATAL:
Viernes 5 oct. Día Mundial del Docente: jornada de lucha en los centros. Convocan STEs, UGT, CSI-F, CCOO y ANPE. 
Domingo 7 oct. MANIFESTACIONES en todas las capitales de provincia, contra los PGE 2013. Convoca Cumbre Social
Miércoles 10 oct. Jornada de luto (encierros en centros). Convocan STEs, UGT, CSI-F, CCOO y ANPE. 
Semana del 15 al 19 de oct. Huelga de estudiantes contra la Reforma Wert. Convoca S.E.
Miércoles 31 oct. Huelga general. Convoca CGT.

CATALUÑA:
Miércoles 26 y jueves 27, huelga indefinida intermitente Convocan CGT y Coordinadora Interzones.

GALICIA:
Todos los jueves, protestas en centros educativos.

NAVARRA:
Concentraciones en centros y ante consejerías, todos los martes a mediodía. Convocan UGT, CSI-F, CCOO, ANPE, STEE-EILAS, LAB, ELA, Asamblea UPNA y otros 5 colectivos)

REGIÓN DE MURCIA:
Domingo 7 oct. MANIFESTACIÓN en Murcia (Pza Fuensanta) y CARTAGENA (Pza España). Convoca Cumbre Social.
Lunes 8 oct. Cacerolada ante Consejería Educación. Convoca AIDMUR.
Cada miércoles, concentraciones en los centros, hora del recreo. Convoca Plataforma Sindical de Empleados Públicos.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Los experimentos con champagne del ministro Wert

Artículo de Rafael Reig en El Diario.


En mi colegio, los que suspendían siempre afirmaban que iban a estudiar informática, “para el día de mañana”. Cuando empecé a utilizar ordenadores me di cuenta de que el día de mañana ya había llegado, es hoy, demasiado tarde, porque ya estábamos en manos de aquellos tipos que no habían podido aprobar lengua ni latín. Tampoco soy partidario a ultranza de la enseñanza bilingüe, que siempre me recuerda lo que se solía decir de Salvador de Madariaga: “Ah, sí, Madariaga, ese tipo que es tonto en cinco idiomas”.
El problema de la enseñanza es cómo preparar hoy a los chavales para la realidad de un mañana que no sabemos cómo será. Frente a un tablero de ajedrez, en muchas ocasiones, hago movimientos que no tienen una finalidad específica: sólo coloco las piezas donde creo que me serán útiles cuando la partida se encuentre en una posición que, en el momento de mover, todavía no soy capaz de anticipar (y mucho menos calcular). Me guío entonces por principios generales, salvo que sea víctima (no siempre tan inocente) de la inspiración. Principios generales: hay que acercar al centro los caballos; los alfiles, en las diagonales más largas; esa torre, a la columna que se ha quedado abierta. Inspiración: un sacrificio salvador, las grandes ideas, esas jugadas visionarias sin más fundamento que una intuición. Lo más frecuente es que, cuando sucumbo a la inspiración, pierda la partida.
El problema del bachillerato es muy semejante. Hay que aprender algo, confiando en que nos será útil en una situación que aún no tenemos ni idea de cuál va a ser. Actuamos de la misma forma. Con principios generales: hay que saber leer y escribir, matemáticas, geografía, historia y algo de ciencias naturales. Inspiración: que estudien pretecnología, esperanto, el código morse o educación para la ciudadanía. Como en el tablero, el recurso a la inspiración suele llevar a que nos den mate.
Cuanto menos claros tengamos los principios generales, más tendremos que improvisar y entregarnos maniatados a la inspiración. Antonio Machado nos contaba que Juan de Mairena se quejaba de no hubiera un buen manual de literatura, porque nadie había sido capaz de escribirlo: “La verdad es que nos faltan ideas generales sobre nuestra literatura.  Si las tuviéramos tendríamos también buenos manuales y podríamos, además, prescindir de ellos. No sé si habrá usted comprendido… Probablemente no”.
Ahora mismo debe de haber muchas familias en las que ninguno de sus miembros haya estudiado el mismo bachillerato. Con siete reformas educativas sólo desde la II Restauración borbónica, podrían ser hasta familias numerosas con premios de natalidad. Siete, repito. Cuando murió Franco estaba vigente la Ley General de Educación, la de la EGB y el BUP que  sufrimos los de mi edad. Desde entonces se nos han ido ocurriendo siete sucesivas inspiraciones: la LOECE (1980), LODE (1985), LOGSE (1990), LOPEG (1995), LOCE (2002), LOE (2006) y ahora este otro séptimo cielo que quiere desplomar sobre nuestras cabezas el insufrible e inverosímil ministro Wert. Salta a la vista que no disponemos de principios generales. Por eso ni siquiera podemos hacer un bachillerato razonable, del que podamos olvidarnos a gusto, porque, como suele decirse: la cultura es lo que queda cuando se ha olvidado todo lo que habíamos estudiado.
En mi opinión (ya que usted no me la ha pedido), tantas ocurrencias inspiradas y tan pocos principios generales son la causa principal de que hayamos perdido la partida del bachillerato. A los ministros con una severa (y tal vez dolorosa) inflamación del ego, como Wert, sólo se les debería permitir juguetear con leyes que no atacaran al núcleo mismo de la sociedad, como la enseñanza. Que pasen a la historia y se les cure el escozor reformando, qué sé yo, unos cuantos reglamentos consulares, algo que, si se rompe, no se lleve por delante el derecho a la educación y la igualdad de oportunidades. Como le dijo D’Ors al camarero que intentó abrir de forma “creativa” una botella de champagne: “Los experimentos, con gaseosa, joven”.
Si me pregunta cuáles creo que son esos principios generales que nos libran de caer en la tentación de las ocurrencias inspiradas, le diré que no pienso que sean ningún secreto: en el bachillerato se aprende a leer y a escribir (o sea, se adquiere la capacidad de aprender todo lo demás) y se acumula un fondo de armario muy general que incluye matemáticas, lengua, historia, geografía, ciencias naturales  y cuatro cosas más (o sea, se adquiere la capacidad de estudiar en serio). Así, cuando llegue el famoso día de mañana, las piezas estarán bien colocadas y nos permitirán ganar la partida (y hasta aprender inglés o informática, por qué no, si a uno le da por ahí).
Este el problema principal, pero la enseñanza tiene otros dos problemas gravísimos. Uno es el pretendido derecho a la libertad de elección de centro. La enseñanza obligatoria sólo puede ser pública, igual para todos. El derecho que hay que proteger y prevalece siempre es la igualdad de oportunidades, no el de llevar al niño al Pilar para que comparta pupitre con futuros presidentes o consejeros delegados (que algo le caerá luego, como a Villalonga).  El otro es la islamización de la enseñanza en nuestro país: la “sharia” escolar. Igual que las leyes no pueden emanar del Corán o la Biblia, en la enseñanza no pintan nada las sotanas. Con principios generales razonables, más la prohibición de la enseñanza privada y de la enseñanza religiosa (y de la religión), tendríamos el mejor bachillerato concebible.