domingo, 15 de mayo de 2011

Sobre la marcha de hoy y la suspensión provisional de la protesta del martes 17

Esta tarde muchos compañeros han salido a la calle para mostrar su descontento contra la política seguida por los partidos mayoritarios. Lamento no haber podido asistir a esta concentración por motivos personales, aunque creo necesario puntualizar algunos errores de peso en el planteamiento de esta protesta.

Para empezar, me parece una seria y preocupante equivocación que en la convocatoria de la marcha se tildara a ésta de apolítica y asindical. ¿Nos olvidamos pues de cuál es la alternativa a no tener partidos políticos y sindicatos? ¿Nos olvidamos de que la política trata de las decisiones que nos afectan y que por tanto es un mito el que podamos desvincularnos de ella? (ejemplo: quedarse en casa es una actitud política, la del conformismo) Y sobre todo... ¡cómo de injustos somos al olvidarnos de aquellos partidos políticos y sindicatos que llevan mucho tiempo reivindicando otra forma de hacer las cosas!

Otro fallo de la convocatoria ha consistido en la elección del día: justo en plena campaña de las elecciones municipales. Porque... ¿qué se pide con esta marcha? ¿acaso que reflexionen los partidos que tomarán el poder en la comunidad y en la mayoría de ayuntamientos de nuestra región? ¿No hubiera sido mucho más coherente una manifestación de apoyo a quien, concurriendo a estos comicios, plantea una alternativa real a este capitalismo salvaje con matices?

Pero que la autocrítica no reme en contra de un objetivo común: está bien que salgamos a la calle y que contestemos de alguna forma a quienes nos gobiernan. Y aquí menciono un acierto: que no se ha suspendido la convocatoria a pesar del terremoto de Lorca. Lástima que los medios de comunicación regionales, para no variar, hagan un seguimiento malintencionado de la realidad (véase el artículo de La Verdad, que no dice NADA de la marcha por Murcia).

Sin embargo, la gran decepción de estos días ha sido el aplazamiento de la marcha prevista para el próximo martes contra los recortes en los servicios públicos murcianos. Muchos de nosotros esperábamos esta manifestación con la idea de que podría servir para revitalizar al decreciente grupo de rebeldes y de paso para animar la campaña electoral, pues no olvidemos que el voto es lo único que puede castigar una política equivocada.

El motivo argumentado por el comité de resistencia (STERM-CCOO-UGT) es la solidaridad con los afectados por el terremoto lorquino, tal como se puede leer en el comunicado conjunto de estos tres sindicatos.

No me parece una decisión acertada: ¿acaso se hubiera incurrido en desconsideración o falta de sensibilidad por salir a la calle el martes? ¿no se podía haber mostrado algún gesto de simpatía con la gente que lo está pasando mal con un parón silencioso durante la marcha, o con una recaudación de donaciones para los afectados durante la misma?

Contrasta esta forma de actuar con la no suspensión de actividades tan diversas como los numerosos mítines que esta tarde pueblan nuestra región, con la propia marcha ¡Toma la calle! de hoy domingo o incluso con convocatorias más banales como el partido de fútbol del equipo lorquino o la celebraciones del campeón de liga...

Las consecuencias de la suspensión, me temo, no serán nada positivas. De una parte se le hace la cama a los partidos gobernantes (regional y nacional), al omitir la pequeña bofetada que miles de personas podríamos haber ejecutado con nuestra presencia en la Gran Vía. Y por otro lado, demuestra un punto flaco de la acción sindical, pues ¿qué extrañas cuentas han hecho los coordinadores del comité tomando esta decisión?

El sindicato al que pertenezco, excusa su decisión en aras de la unidad de acción del comité. Me pregunto si no ha llegado el momento de romper esta unidad en pos de una lucha sindical más razonable, y, aunque probablemente más minoritaria, mucho más coherente.

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